Había “movimiento de gente extraña en las comunidades”. Comenzaron a investigar la razón. Encontraron en internet el Manifiesto de Impacto Ambiental (coloquialmente le llaman “la MIA”) de la presa hidroeléctrica El Naranjal. Comenzaron a platicar con las comunidades y “se fueron atando cabos”. Así explicaron en entrevista Gabriela Sáenz Cadena y Beatriz Torres, de la organización “Defensa Verde, Naturaleza para Siempre”, cómo nació el movimiento opositor a la presa hidroeléctrica El Naranjal.
Los presidentes municipales de la región (municipios: Fortín, Córdoba, Amatlán de los Reyes, Yanga, Ixtaczoquitlán y Cuichapa), “todos, nos han dicho que ellos no tenían conocimiento del proyecto y nos piden información. Nos dicen: – Pásenos sus documentos. Nosotros les decimos: No somos quiénes para pasárselos, les podemos dar la información, pero ustedes tienen que referirse a las autoridades estatales y federales a pedir esta información.” Argumentó Beatriz Torres, “nosotros, como ciudadanos, estamos interesados en informar a los otros ciudadanos.”
Le comentamos que hemos visto en periódicos de la región que el proyecto fue informado por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a los presidentes municipales cuyas comunidades serán afectadas.
– Sí, existe la contemplación de “la MIA” donde la dan como fallo positivo. El documento está fechado en enero de 2010, y al final trae “con copia” a todos los presidentes municipales implicados en el proyecto. Ellos dicen que nunca recibieron nada, pero hay un documento donde dice que lo recibieron. No sabemos quién miente, si los presidentes o la autoridad que no se los hizo llegar, pero los cierto es que a las comunidades y a la gente nunca le informaron. Entonces, desde ese punto de vista, las comunidades rechazan el proyecto, porque nunca fueron informadas por ninguna autoridad.
– ¿Qué afectaciones hay?
– Están empezando a desmontar, sobre todo en el cerro donde van a ir los tanques, ya están haciendo caminos. Al cerro, del lado de Yanga, le llaman San José de Gracia, pero del otro lado le llaman el cerro de Saltillo. En la Manifestación de Impacto Ambiental lo nombran como San José de Gracia, por eso también la gente no lo identificaba, porque para ellos no se llama así. Pero en ese cerro van dos tanques, ya están metiendo algunas maquinarias. Y sobre todo, están empezando a comprar a algunos particulares o algunos ejidatarios, que ya tienen arreglados sus papeles, parte de los terrenos. Está en estado incipiente todavía la presa.
– ¿Qué acciones han tomado?
– Básicamente, ha sido informar y, con base en eso, las comunidades hacen propuestas de acción, pues, queremos hacer una marcha, pintar bardas, y lo que pasa es que con la información se llega a consensos y ellos dicen: No estamos de acuerdo con el proyecto. Se han hecho oficios, por las comunidades, a sus presidentes municipales, exigiéndoles información y una postura, también se hizo un oficio al gobernador, con copia a la Semarnat, a la Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente), a la Sedema (Secretaría del Medio Ambiente, estatal), para exigirles cuentas y un pronunciamiento público. Se les da conocimiento de que existe una organización que se llama “Defensa Verde, Naturaleza para Siempre”. Para que no crean que es un grupo o dos, sino que todos los grupos están unidos en un colectivo.
– Supimos que pararon la maquinaria, ¿cómo fue esa acción?
– A veces se le da más tamaño de lo que tiene. Nosotros lo vemos simple: Ellos están cometiendo allanamiento de territorios que no son suyos, son particulares. Entonces, hacemos el símil: Si estás en tu casa y alguien entra, pues por supuesto tienes el derecho de echarlo y denunciarlo. Fue lo que se hizo. Ellos estaban irrumpiendo en territorios que no eran de la compañía, no eran comprados, eran ajenos. Lo único que se hizo fue decirles: No puedes pasar por aquí.
Realmente no fue una acción planeada contra la presa, fue, definitivamente, una defensa de los territorios particulares y lo único que hizo le movimiento, el grupo, fue arropar esto. Decir: Sí, los vamos a apoyar. Pero fue defensa de la propiedad privada.
– Parece que hay proyectos para más de una cortina de represa, ¿saben cómo es para el Río Blanco?
– En teoría son cinco. Están, en el proyecto Xúchiles, planeados cinco. Pero lo que vimos es que la capacidad es menor y éste es un proyecto bastante grande, entonces suponemos que las conjuntaron en una, pero no lo sabemos, porque ninguna institución da información fidedigna. Sabemos de este punto, pero no descartamos que haya proyectos para otros cuatro, como originalmente se había planteado.
– ¿Cómo se llama la empresa?
– Originalmente se mencionó como Protama, posteriormente como Agroetanol de Veracruz y ahora como Hidroeléctrica El Naranjal. En realidad, para nosotros, es una empresa que pretende hacer cosas, pero su razón social, la que está en la MIA es como Agroetanol de Veracruz. La de El Naranjal, que es cómo últimamente se identificaron (en tarjetas informativas a los presidentes municipales), en realidad la desconocemos, porque es un papel sin siquiera un representante, nada, un papel que puede haber hecho cualquiera.
– ¿Qué comunidades serían afectadas?
– En Fortín y sus comunidades Villa Unión, Zapoapita, Villa Libertad; y de Naranjal, la cabecera Naranjal; de Amatlán de los Reyes, la Toma, La Joya, Trapiche Viejo, La Patrona, El Otate, Loma de Guadalupe y de Cuichapa, hay también comunidades como Barrio de Guadalupe, La Laja, Xúchiles, que son las más afectadas, porque es por donde va a pasar el canal.
– ¿Qué otras acciones están emprendiendo?
– En este momento, lo que queremos es el pronunciamiento del gobernador. Nos urge saber qué posición tiene, y con base en eso, que los presidentes municipales también se posicionen, para saber en qué sentido va la cuestión. Porque a lo que estamos apelando es a la autonomía municipal y la estatal. Aparte no cuentan con la tenencia de la tierra, entonces, solamente en casos como éste, donde ya se invadió propiedad privada (Amatlán), es donde se va a a actuar legalmente.
En opinión de Beatriz Torres, la “organización está muy completa, la gente está involucrada. Esta presa no tiene ningún chance de progresar, porque ha violado todas las cuestiones legales, desde nuestro punto de vista, y sobre todo, lo que es la información y la consulta pública, no las dio. Y para nosotros es lo más importante.”
Gabriela Sáenz concluyó: “La gente está en alerta, ante cualquier situación de invasión de tierras. No le llamamos “secuestrar maquinaria” como por ahí decían, sino proteger las tierras, para que no sean invadidas. La gente se ve unida, está participando. Y las autoridades se están educando en este aspecto de la participación ciudadana, porque no había la visión de responder a un llamado que está haciendo la sociedad. En esta ocasión, es como una forma de educar a los gobiernos.”
Una caravana motorizada, convocada por Defensa Verde Naturaleza para Siempre, el Colectivo Social y en la que participaron también la Unión de Ejidatarios y Comuneros del Valle de Tuxpango (UECVT) y la Unión de Todos los Pueblos Pobres (TINAM, por sus siglas en náhuatl, de “Timocepanotoke Noche Altepeme Macehualme”) recorrió, el 10 de julio, en más de 60 vehículos, entre automóviles y camiones, las comunidades afectadas. De manera que el movimiento opositor a la presa El Naranjal se va consolidando.
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